Ella me entrego su cuerpo en una noche cualquiera.
Luego abandono mi puerto como barco de vela.
Ella me detuvo el alma, un reloj sin manecillas.
De repente estaba solo cuando amanecia.
Todo se cambio esa noche, hasta el color de las estrellas.
Todo fue tan diferente, por ella.
Porque te fuiste y no dejaste huellas.
Me encuentro triste y no encuentro tu silueta.
Desde la noche aquella.
Amor que desaparece, amor que se va y no vuelve.
Pero que me surge al alma como fuego que crece.
Y yo te sigo soñando, procurando que aparezca ese amor que me hace falta, ese amor que me alimenta.
Y todo se cambio esa noche, hasta el color de las estrellas.
Todo fue tan diferente por ella.
Porque te fuiste y no dejaste huellas.
Me encuentro triste y no encuentro tu silueta.
Desde la noche aquella.
Todo se cambio esa noche, hasta el color de las estrellas.
Todo fue tan diferente, por ella.
Porque te fuiste y no dejaste huellas.
Me encuentro triste y no encuentro tu silueta.
Desde la noche aquella.