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Ahora que soy grande me habré dado cuenta
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que no todo es tan bueno
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atrás de la puerta de entrada de seis
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están el bife de chorizo y el vino.
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Están los vecinos casi siempre obedeciendo
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el destino del vigilante medio argentino,
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está la señora que todos adoran
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y es una abuela perfecta
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pero a un pobre pendejo

que fumaba en una esquina,
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sin molestar a nadie,
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le mandó a la policía

el pibe se comió
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un garrón de dos días adentro
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y la viejita nunca supo
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que el puntero era su nieto
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que el puntero era su nieto.
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Está el portero o encargado de edificio
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a veces es amigo pero, en general,
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es el corre-ve-y-dile de la excepcional ...
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¡Están en capital federal!
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En provincias también el vigilante feudal
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el dueño de las vidas por ejemplo en Catamarca
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encana negritos y les cierra la puerta
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y sus hijos, educados con toda severidad,
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le hicieron la boleta a María Soledad.
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Este legislador progresista que termina votando
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para bien de los vecinos,
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lo mismo le parece ser travesti o asesino.
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Es el destino divino, tan fino, tan occidental y cristiano,
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cosmopolita y parisino,
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tan típico matute pero no el de don Gato
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el vigilante argento además es barato
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además es barato,
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es el estilo tan fino
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del vigilante medio argentino.