El gran noe hizo un arca y decía que Dios a los hombres su sentencia dicto
La gente insensata de él se burlaba y menospreciaba el plan de salvación
Pero el instante fatal, decisivo llego y a todos sin piedad sorprendió
Todos corrieron al arca habrenos la puerta, más Dios la cerró
Así como en los días de noe, así será en los días del señor
Clamor de media noche se escuchara
Cuando llegue la hora al final
La puerta de esperanza la puerta estrecha Dios la cerrará
Se aproximaba la hora y diez vírgenes bellas aguardaban el retorno de aquel
Aunque tenían sus lámparas en la espera cansadas se durmieron las diez
Cuando llego media noche solo cinco prudentes con aceite lograron entrar
Porque las cinco insensatas no se prepararon y afuera quedaron