Voló, voló, voló, voló
Una paloma mensajera que voló, voló, y voló
Llevando junto al corazón
Una angustiada y triste carta muy cargada de dolor
Lleno de rabia y de rencor
Halla en la cárcel de mi pueblo, un prisionero la escribió
Pedía justicia y no perdón
Pues había sido ya juzgado y condenado sin razón
Pena de muerte al sentenciado, por castigó se le dio
Se le culpaba de un delito que jamás el cometió
Se fue, se fue, de allí partió
Aquella blanca palomita que a lo lejos se perdió
Bajo sus alas se llevó
La fe, la vida y la esperanza de aquel hombre halla en prisión
Al fin llegó, al fin llegó, con el mensaje a su destino, y no halló contestación
No hubo clemencia, ni perdón
El avecilla entristecida junto al reo no volvió
El prisionero antes del alba fue llevado al paredón
Y la descarga puso fin a un inocente corazón
Se oyen rumores que una noche muy obscura en el panteón ante la tumba de aquel preso una paloma allí murió