En este desierto dónde está el amor acaso es para mí
Mis lágrimas caen como lluvia sin fin
Mi reflejo en el cristal, un cruel desafío
Noche solitaria abrazando el frío
En la penumbra, mi corazón se quiebra la
Sombra las sombras susurran secretos de añoranza
Las calles vacías son eco de mi voz
Buscando respuestas en un mundo atroz
Las horas se estiran, como tiempo perdido
Los recuerdos danzan en un trago de olvido
Mi mente es un laberinto de risas y penas
Cada minuto cada hora, el silencio me envenena
Noche solitaria siempre esperando
Un rayo de luz que nunca va a llegar y yo llorando
Ese es mi lamento en esta oscuridad
Donde los recuerdos son mi única verdad
Susurros del viento ecos de un adiós
Cada hora que pasa me siento más astros
Bajo la Luna mientras las sombras me abrazan
En esta habitación vacía mi alma se descalza
Noche solitaria gritando en silencio
Buscando en mis recuerdos, un poco de consuelo
El reloj me martilla, se burla de mis penas y condenas
En la oscuridad solo queda mis noches solitarias
Las estrellas titilan, pero no son para mí
Perdí la esperanza, de volverte a abrazar a mi sofi
Escritos en libretas y paredes, historias de un ayer
Cada lágrima caída es por un recuerdo del ayer
Las estrellas ya no brillan para mí, se apagan en mi piel
Susurros del pasado son ecos de lo que fue
Me encuentro en la penumbra de mi habitación
Y conmigo las sombras de esta noche fría danzan con mi corazón
Las horas se estiran, como tiempo perdido
Ecos de risas perdidas en un sueño dividido
Los recuerdos danzan en un trago de olvido
Cada sorbo, un suspiro, un amor nunca vivido
Mi mente es un laberinto, sus muros son cadenas
Cada esquina guarda historias de risas y penas
Las sombras me abrazan, me susurran en la brisa
Cada minuto, cada hora, el silencio me envenena
En este desierto, ¿dónde está el amor?
Pregunto al viento, pero solo hay dolor
Las estrellas me miran, con sus miradas vacías
Y mis lágrimas caen, como lluvia sin días
El reflejo en el cristal, un cruel desafío
Cada faceta oculta un rincón sombrío
Noche solitaria, abrazando el frío
Mi corazón late, aunque el mundo está vacío
Buscando respuestas en rincones perdidos
Mis versos son balas que atraviesan los latidos
Cada lágrima caída, un poema en el viento
Un grito en la penumbra, un eco del lamento
Las horas se estiran, como sueños olvidados
Pero en cada trago de olvido, encuentro mis pasos
Al final, somos ecos, en este vasto silencio
Un viaje sin rumbo, desnudando el pensamiento
Así sigo en este camino, marcado con tristeza
Con el alma desgastada, pero aun con fortaleza
En un mundo de sombras, mi voz sigue encendida
Me aferro a la música, es mi única salida
Y aún más me aferró a la música porque me salvó la vida