Eres una estrella. Eres un diamante. Nuestro sistema solar sin marte. Tienes libertad, y es lo que te permite volar. Tienes unas alas. ¡No dejes que las puedan cortar! No te pares por favor. ¿Acaso tienes dueño? Aquella persona que te limita y sólo te deja en el suelo. Qué no te deja soñar y te tiene en su maldito mundo muerto. Tú eres lo que eres, y no lo que ellos quieren. Por ello emprende el vuelo, y alcanza cada sueño. Demuestra tú quien eres, y olvida tus defectos. Demuestra tú quien eres, y roza lo perfecto. Seca esos llantos y no olvides tu sonrisa. Hazla brillar fuerte a pesar de estar hundida. Sé siempre feliz, y forja tú destino. Olvida los momentos y disfruta del camino. Qué al final del cuento queda una salida. Y no habrá más remedio que ocultar la herida. Haciéndote gritar, y dándote la huida ¡Pero ante todo no te des por aludida! Tú no tengas miedo. Entiendo que esa sensación ya la lleves por dentro. Y sé que a veces es difícil sacar lo que tenemos adentro. Pero no dejes que te consuma, ¿de acuerdo? Con tú libertad. Brilla fuertemente, brilla sin parar. Deslumbra a los que puedan apagar. Y hazle saber al mundo entero, lo que puedes lograr. Recuerda. Eres tan brillante, igual que esa estrella, de mucho tonelaje. La misma. Qué guía a marineros en su viaje, dándole esperanza a cada uno de sus tripulantes.