(Trote) Trota que trota, vidita, van los muleros hacia el portal. No pueden traer regalos, sólo sus cargas de sal. Trota, burrito, vamos a saludar que dicen que hay un niñito que del trabajo nos va a aliviar. Con tanta prisa que lleva, la noche les llega ya. Qué fría está la quebrada, qué fría que está la sal. El burrito más pequeño se ha perdido del lugar, pero mira la estrella que lo llama del portal. Y cuando ve al niñito tan pobrecito lo va a calentar y su carga tan salada de oro la cambia, viday.