Dame un abrazo Mi noble esposa Que al calorcito Del dulce hogar Mientras los chicos Juegan y ríen Añoraremos la mocedad Te acuerdas vida de aquella tarde Cuando temblando Por la emoción Y cautivado por tu belleza Por vez primera Te hablé de amor Cómo rojas amapolas Tus mejillas vi encender Y tus ojos se cerraron Cómo flor de atardecer De tus labios incitantes Un suspiro hecho a volar Y el lucero de la tarde Nuestras bocas vio juntar