La clara luz de la Luna En el éter asomaba Y de curiosa alumbraba La vidriera de un café En el interior se oía El lamento tristemente Y un reloj que lentamente Con su alma indiferente Puntualizaba las diez De pronto cruza el dintel Apresurado y airoso Un joven enamorado Que recuerda su querer Invitando cordialmente Se manifiesta dichoso Por un serio compromiso Que acaba de contraer Siente frescas las caricias Amorosas de su amada Y sintiéndose cautivo En las redes del amor Valeroso y satisfecho Cumplió la palabra dada Sin pensar que en otra parte Mataría una ilusión Mientras tanto la vitrola Con sus mágicos primores Iba derramando flores De Magaldi y de Gardel Y la joven vitrolera Que el relato había escuchado Dejando el disco olvidado Miro un momento a su amado Con un sollozo y se fuė