Que de la llanura viene lo dice el tranco miedoso: a un pie le pide permiso para levantar el otro y entero lo descompone, el camino pedregoso. Que el litre da mala sombra le dijeron cuando mozo y a ningún árbol se arrima si no sombrea con otro, halla maligna intención hasta en el sauce piadoso. Los montañeses le gritan en el último recodo: caminos de la montaña son de Dios y de nosotros. Voz del viento que atropella oye cerrando los ojos y hace una cruz de suspiros por su llanura en reposo cuando pasa el remolino de papel y piedra y polvo. Digo que cantan de noche los altos pinos sonoros. Nada supo el forastero del corto tranco miedoso y se va con el permiso de un pie para alzar el otro.