A los altares del Dios siempre eterno llegamos mujer Todo era amor, risa y felicidad fantasías por vivir Ilusionado porque había encontrado lo que un día soñé Pero muy pronto pude comprender El gran error que otra vez cometí Enamorarme sin saber de quién Por el afán de querer ser feliz Y en un papel Se quedaron los mejores años Al principio hicimos buena vida Hasta que se metió tu mamá Y tu hermanita menor Empezaron a cambiar tu alma A sembrarte rabia y desconfianza Y la magia desapareció Era grande mi sometimiento En mi lucha por nunca perderte Que viví en un infierno de culpas Y eso me acabó Hoy que quise marcharme en silencio Y entregar lo que te corresponde Nuevamente te dieron consejos Que le quites fortuna a este hombre El divorcio se convierte en un negocio El más cruel y doloroso De un abogado ambicioso Que te prometió arrancarme Lo que tanto me costó El divorcio pone fin a tantas penas Del que sufre la condena De vivir entre cadenas Después que le entregué el Cielo Mi enemiga se volvió Ay, ayayay, ay, ayayay, fue la voluntad de Dios En los altares de esa linda iglesia nos dimos el sí Yo vi en tus ojos la mirada limpia que después cambió Ya no creías ni en lo te que mostraba en el diario vivir Un amor puro y mis ganas de amar Era contigo toda mi ilusión De llegar juntos hasta después del fin Por no regar La matica murió Y en un papel se murió toda aquella esperanza De llegar como dice la biblia Agarrados tú y yo de la mano Hasta el tiempo final Ahora dices que fue por mujeres Porque dizque lo llevo en la sangre Y con eso tus culpas lavar Fuimos dos los que nunca pudimos Mantener corazones unidos Y es que tu alma se volvió de piedra Y me dejaste de amar Hoy que quise marcharme en silencio Y entregar lo que te corresponde Nuevamente te dieron consejos Que le quites fortuna a este hombre El divorcio se convierte en un negocio El más cruel y doloroso De un abogado ambicioso Que te prometió arrancarme Lo que tanto me costó El divorcio pone fin a tantas penas Del que sufre la condena De vivir entre cadenas Después que le entregué el Cielo Mi enemiga se volvió Ay, ayayay, ay, ayayay, fue la voluntad De Dios