Eres hijo de dos nombres Con mezcla de blanco y rojo Y llevas años arañando tierra Escarcha y sueños A veces abrazas la vida Otras provocas la muerte Y eternamente te deslizas Por las sendas inmortales Y en tus orillas verdes Quiero encontrar mis musas Siempre misteriosas, ellas Que a veces me olvidan Y es en ese velo denso Lleno de misterio y encanto Donde no puedo dibujar las sombras Ni la intriga, ni la tristeza Y quiero escribir la historia De gente humilde enamorada Pero el vaho disipa las letras Entre el tremolar de la niebla Eres parte de una tierra fría Con tormentas que llegan del cielo Ese cielo con estrellas brillantes Que olvida a sus gentes