Yeah-yeah-yeah Me dijeron: Madurá, ome, que estás muy grande La vida es dura, búscate un trabajo estable (ey) Yo no entendía si querían ayudarme Me protegía por si iban a lastimarme No hablaba mucho, no crecí con ese don Qué ironía que en mis días siempre vivo una canción (uh-uh) Crecí encerrado, tenía temor a Dios No hablo mucho, y además no siento gusto por mi voz Muchos dirán: ¿Qué putas estás hablando? Los que odian el trabajo, ¿qué los está alimentando? Y mi señor, yo les respondo que no canto Que no tengo un vozarrón, pero los tengo cantando A este paso no sé si tengo talento O solo aprendí a hacer algo y solo lo sigo haciendo (yeah) Todos los días pienso que estamos haciendo Por las ganas de crecer dejamos de estar viviendo Vértigo, somos jurados y testigos Vértigo, y nuestros propios enemigos Sé que vivir no puede ser solo un castigo Y aquí sigo y sigo, buscando paz como un mendigo Vértigo, y aún no tengo el veredicto Vértigo, ¿cuándo me volví un adicto? ¿Cuándo pasé a querer ser parte del conflicto? Y ahora grito y grito, y nadie me escucha Sé que parece que es un tema nada más Y les parece que son rimas nada más Mi rap no existe sin el plano existencial Se trata de comerciar algo que no es comercial (ey) Sé que el mensaje por momentos no se entiende Y lo que trato de decir entre las poses se pierde Escucho vocês que me exigen que me quiebre Y que diga en mis canciones cada cosa que me duele Yo no hago rimas ni sonantes, ni asonantes No he rebuscado, digo cosas importantes (ajá) Juro por Dios que a veces ódio ser cantante A veces ódio respirar, entonces me pongo cortante Porque al final una jaula es una jaula Somos presos de los deseos del alma Porque al final no es la plata, ni la fama Y cada uno lleva en la espalda su drama Vértigo, somos jurados y testigos Vértigo, y nuestros propios enemigos Sé que vivir no puede ser solo un castigo Y aquí sigo y sigo, buscando paz como un mendigo Vértigo, y aún no tengo el veredicto Vértigo, ¿cuándo me volví un adicto? ¿Cuándo pasé a querer ser parte del conflicto? Y ahora grito y grito, y nadie me escucha