Qué bonita es tu fiesta, no tenías por qué echarme. Y no dejes de avisarme cuando montes otra de éstas. Había muchos invitados: conocí a Cucufato, Pascasia, Ildefonso, Blas y Bartolomé... Y luego todos sonrieron y luego a todos olvidé, Y todos hablaban a voces y todos hablaban por hablar, y nadie decía nada nuevo pero todos se reían sin parar. Luego sacaron la guitarra y "tócate algo, Juan". Y yo me toqué los cojones y no me molestaron más. Qué bonita es tu fiesta, no tenías por qué echarme. Y no dejes de avisarme cuando montes otra de éstas. Había güisqui de garrafa y yo no paraba de beber, un gran perolo de patatas y di buena cuenta de él. Y venga a decir que si me aburro, y venga a repetirte "¡que no!" por eso solté aquel eructo ¿qué mejor demostración? Y luego tu mejor amiga quería sacarme a bailar y yo contesté amablemente: "No quiero, déjame en paz". Y tanto me daba la brasa que tuve que aceptar, y tanto pude pisarla que acabó en el hospital. Qué bonita es tu fiesta, no tenías por qué echarme. Y no dejes de avisarme cuando montes otra de éstas.