Nunca midas la vida por las penas Mídela por las cosas infinitas Los límites no los ponen las cadenas Ni las iglesias, ni el poder, ni las ermitas Solo siéntete el rey de lo que sueñas Alfarero de lo que necesitas Millonario de las cosas más pequeñas Capitán del viento cuando gritas Eres, hombre, constructor de catedrales Y estás hoy, tus calles son benditas No vendas, por no tener, tus ideales Ni te sometas a palabras mal escritas No midas el camino por las piedras Ni a la falta de Sol cuando tiritas Aprendé a trepar, como las hiedras Confiando en que sus raíces son bonitas Eres tierra, no temas a la muerte Te fundirás al verde donde habitas Caerás a la raíz siendo tan fuerte Y verás que en un sauce resucitas Eres, hombre, constructor de catedrales Y estás hoy, tus calles son benditas No vendas, por no tener, tus ideales Ni te sometas a palabras mal escritas Eres, hombre, constructor de catedrales Y estás hoy, tus calles son benditas No vendas, por no tener tus ideales Ni te sometas a palabras mal escritas