Existencias clamando misericordia Convergen a tu sagrado pedestal Purifica tu presencia inmaculada Florecida de la luz de eternidad Vislumbran subconcientes adormecidos Soñamos contemplarte más allá Paraíso de mundo purificado Donde reina solamente la verdad Nuestra Señora de Itatí De belleza incomparable En tu mundo inigualable Todo es promesa y piedad En tus ojos hay en bondad En tu imagen hay dulzor Ilumina su esplendor Desde la eternidad Hasta ti llegué a implorar Que me impartas bendición Y de rodillas pedir Felicidad y perdón Una promesa ofrecí Y recé fervientemente Como un hijo creyente De tu santa religión Escalón de tierra que se gasta Porque llora el tiempo su vivir Pero tú, perennemente inmortalizada Mi abogada, Virgencita de Itatí ¡Oh! Virgencita de Itatí Consuelo de peregrinos Que cruzando los caminos Van rezando sin cesar En los hogares humildes O en el más preciado altar Te veneran siempre igual Con la tierna devoción Hasta ti llegué a implorar Que me impartas bendición Y de rodillas pedir Felicidad y perdón Una promesa ofrecí Y recé fervientemente Como un hijo creyente De tu santa religión