¡Ay! En mi tierra cuyana todas las mañanas cuando sale el Sol Ilumina con sus rayos sus cerros; sus valles y el manzano en flor La blancura de sus nieves el gran aconcagua le da su fulgor Para que sirva de manto majestuoso y noble gesta el redentor Hermanan dos naciones Chile y Argentina con su bendición Tiene mi bella Mendoza mil cosas hermosas que no he de olvidar Sus ríos; sus olivares; inmensos viñedos y el verde sauzal Pero la naturaleza y la mano del hombre todo esto le dio Forjado en piedra y en bronce desafiando al cielo con gran esplendor Está el cerro de la gloria y el blanco aconcagua que se acerca a Dios Y entre las nieves y el cielo se ven los colores de mi pabellón