Laura y Juana Benditos los nombres Juana y Laura son mis dos abuelas Madres de mi padre Y de mi madre Amor inconmensurable Ternura refugio y pena Pena porque no basta una vida Para compensarles Todo lo perdido Desde la misma niñez Que en la postguerra se fue Padeciendo el hambre insufrible Llegando hacia la adolescencia Perpetuando la creencia De un destino inamovible Y así fue Cinco partos con dolores Cual preludio de sudores En el duelo de la maternidad Soledad En cuidados de la casa Del marido y la crianza Veinticuatro horas sin cotizar Y al final De una vida sin canciones Sin valor ni aspiraciones Continúan con los nietos Gratis le salió al sistema Las manos obreras de mis dos abuelas Hubo muchas más Que en sus hombros sostuvieran A los hombres que vivieron Cual sí solos anduvieran Ese motor siempre invisible Si han sido las abuelas Que si han sido las abuelas Y no hay vida que compense tal duquela