Que vieja y cansada imágen me devuelve el espejo Ah, si pudieras verme Solo aquí en la gris penumbra de mi pieza De este cuarto nuestro, que parece tan grande desde que faltas tú Sabe Dios por qué senderos de infortunios paseará tu tristeza Y yo solo con tu adiós golpeándome el alma Mientras que la madrugada febril de mi desesperanza Me trae el eco alucinado de tu paso pequeño que te aleja Y la música triste de tus palabras Que se ván adelgazando hasta el silencio Acaso te llamaras solamente María No sé si eras el eco de una vieja canción Pero hace mucho, mucho, fuiste hondamente mía Sobre un paisaje triste desmayado de amor Un otoño te trajo mojando de agonía Tu sombrerito pobre y el tapado marrón Si eras como la calle de la melancolía Que llovía, llovía, sobre tu corazón María, en las sombras de mi pieza Es tu paso el que regresa María, y es tu voz pequeña y triste La del día en que dijiste Ya no hay nada entre los dos María, la más mía la lejana Si volviera otra mañana Por las calles del adiós Tus ojos eran puertos que guardaban ausentes Horizontes de sombras y un pasado de Sol Pero tus manos buenas regresaron presentes Para curar mi fiebre teñida de amor Un otoño te fuiste, tu nombre era María Y nunca supe nada de tu rumbo infeliz Si eras como la calle de la melancolía Que llovía, llovía, sobre la calle gris María, en las sombras de mi pieza Es tu paso el que regresa María, y es tu voz pequeña y triste La del día en que dijiste Ya no hay nada entre los dos María, la más mía la lejana Si volviera otra mañana Por las calles del adiós