Aún guardo las dos blancas azucenas Que me diste al despedirme de ti Recuerda que cuando fuiste a decirme adiós Mi madre nos dejó a los dos solitos Las lágrimas se tropezaban con mis labios Me daban un medio sabor bendito ¡Cuánta pasión! ¡Cuántos juramentos de amor! Dejaron en mi corazón escrito Ya están marchitos los pétalos de seda Aún guardo las dos blancas azucenas Que me diste al despedirme de ti Muy pocos años han transcurrido Por lo que se oye por ahí No te importa ya ni tu apellido Escucha lo que me dice un amigo Un amigo que me escribe desde ahí Que hoy se te ve Andando por las calles de San Juan Con un tipo de esos del bulevar del valle Y dicen que Hasta tus dos propias hermanas No te saludan al pasar la calle Que andas sin son Llena de colores de ipon Del brazo de cualquier varón al talle Ya no he de verte más Para cuando vuelvas Aún guardo las dos blancas azucenas Que me diste al despedirme de ti