Si esto es más viejo que las tablas de Moisés Que al propio Adán también lo tuvo a mal traer Y no habrá en el mundo un hombre Que no tiemble y que se asombre Si en el aire flota tenue Como un duende El perfume de mujer Ya con Cleopatra se hizo arte y seducción Y de las cortes tema de conversación Y aunque exista algún Patroclo Conocido es el piropo Que de yuntas y de bueyes No hay quien melle Las leyes del corazón Y aquí estoy para tu insomnio Doble labio en el acoso Entre fiebres y reposo En tibio cáliz de néctar celestial Con el hilo imperceptible Araña alegre, araña triste Aunque apriete, aún más insistes En la mágica sonrisa vertical Como una roja flor que sangra en el fragor Y ahoga su sed libando en rítmico temblor Primavera que no espera Y mientras tanto desespera Que se cumpla la condena Alma en pena En su íntimo rubor Y el mundo gira y guiña su ojo secular Y siempre dos se necesitan al bailar Y entregado al mismo tango Noche y Luna con su manto Al amor pone el encanto Y el espanto Hasta el último compás