Pateando descalzo Al filo de tu eternidad Nadando en el aire Un perfume alivia el temporal (Surco la negrura de la caridad) Carcajadas de cuervos Se burlan de mi vanidad Deambulo asustado Atado con mi soledad Porque grité que te quiero Pero es que no puedo más Hoy no te quiero más Ya nada espero, no sirve esperar Al fin de cuentas todo llegará Cabalgaste hasta mi lecho Sin avisar Me curaste del despecho y mi verdad Veo tu imagen nublada Y el miedo se desvaneció Arrea el ocaso Y la lluvia lava el desamor Mi frágil delirio se quiebra ante vos De golpe abro los ojos Miro el techo y comienzo a pensar Si lo que más quería Era soñar y soñar (Con el espíritu maltrecho Y sin más que las migajas de algún metejón Solo queda la ponzoña del rencor Y el escolazo de la espera Ahí es donde la quietud claudica Y el hastío se subleva Desterrando la ternura En esas vigilias perpetuas Se oye bajo la llovizna Alguien balbucear recordando soledades Temiendo acercarse al trecho del final Pidiendo a gritos que lo salven) Apagaste deleites No pretendo más Me curaste del despecho Y ahora volá Ya nada espero A fin de cuentas Cuando unos llegan Otros se anhelan