Pobre payaso con el cuero marcado Ya no es pintura, aquella lágrima no De tanto hacer reír Se destiñó su risa Triste sí, muy triste en verdad (Pero jamás tan triste como para sangrar) La patroncita de los desangelados Fue un corazón en carne viva ¿sabés? Vino a encender el fuego Y se quemó hasta el alma Triste sí, muy triste en verdad (Pero jamás tan triste como para rezar) Decí que al final de ese amor había luz Sino hubiera sido un desastre total El barrio entero llora lo del pichicho Confraternizan las tragedias, ¿o no? Ya no corta la siesta Con su ladrido seco Triste sí, muy triste en verdad (Pero jamás tan triste como para extrañar) Decí que al final de ese amor había luz Sino hubiera sido un desastre total Decí que nunca es tarde para entender Que nunca es tarde como para empezar Si bien sabemos ya cómo es que se hace Soltar el lastre, ¡soltar el lastre y volar!