Al almacén que estaba en la esquina, Me mandaba mi madre cuando yo era un niño A comprar el pan nuestro de cada día, Y en el camino de vuelta a mi casa, Casi sin darme cuenta me comía a pellizcos Más de media barra. Muy buenos días don José, Me pones pa mi niño chico usted que lo conoce Unas acedias de esas que tú sabes Va a cenar esta noche. Niño de Antonio dile que te apunte los apios, El puchero que hoy no tengo na, Menos mal que este hombre nos deja fijado Me cachis en la mar. Y si al puesto de Manuela A por sus cosas yo le iba a mi abuela La vuelta me la podía quedar. Y allí en el freídor recuerdo a los chiquillos Pegaos el escaparate pa que el Gallego, De las miguitas hiciera un cartuchito, Pa repartir entre tos como buenos amigos. Comercios, comercios del barrio Que han sucumbido el paso del tiempo, Que eran la alegría y le daban vida Y que de su gente eran el sustento, Siempre haciendo gala de cercanía y humanidad. Qué pena que hoy ponen alfombras rojas porque vengan en un crucero, Mientras cierran en sus barajas nuestros pequeños comercios, Los que a la dignidad, los que a la dignidad, Y a la esencia de mi barrio y de mi gente han puesto precio.