Señor, yo soy un desdichado Enfermo estoy de tanto padecer Yo soy un paria que sufre resignado Abandonado, sin dichas ni placer Morir, así será mi estrella ¿Qué debo hacer? Mi vida está demás Ves señor? Yo voy buscando a ella Sin saber donde encontrar mi santa paz Era mujer veleidosa Su gesto me lo decía Y el alma se me partía Porque por ella sentía Un cariño abrasador Pero llego mi derrota Para mi martirio cruento Y en ese golpe violento Perdí la fe y el aliento Se lo juro por mi honor ¿Berbe? En mí ni esto es consuelo No he de apagar con eso mi dolor Van muchas noches que sufro y me desvelo Pidiendo al cielo mi ya perdido amor Tal vez usted que es hombre sabio Ha de saber qué ruta he de tomar Concédame su cálido consejo buen Señor ¿No es cierto que morir es descansar? El alcohol no me adormece El recuerdo de la ingrata Ese vicio nunca mata La tormenta que desata El volcán de una traición Por la mujer agresiva Tan desleal y peligrosa En mi vida borrascosa Una muerte lastimosa Pondrá fin a mi pasión