En una noche de amor divina Tú me juraste cariño eterno Tu vocecita tan cristalina Me dijo: ¡Te amo, serás mi dueño! Aquel momento de eterna orgía Fue un loco instante de exaltación Tu boca dulce buscó la mía Y me entregaste tu corazón Noches de amor y de placer Sueño ideal, al contemplar Tu frágil cuerpo de cristal Mi alma sintió La sensación de tu beso Y entre risas y embelesos Te acordarás lo que pasó Ya no recuerdas, de aquellos días Que me decías ¡Cuánto lloré! Tú eres mi encanto, eres mi vida Fruta prohibida por ti probé Y me engañaste que solo mía Nunca de nadie debías ser ¿Por que juraste? ¿Por qué fingías? ¿Por qué mataste mi amor, mujer? De tu traición, nunca jamás Tendrás perdón, Y si otro amor Reconquistó tu corazón Solo quisiera Que lleves en tu memoria El recuerdo de esta historia Que solo así seré feliz