Cierro los ojos y yo puedo verle Si estoy solo, yo puedo sentirle Quién dijo que el final es la muerte Abuelita, tú no me estés triste Cierro los ojos y yo puedo verle Si estoy solo, yo puedo sentirle Quién dijo que el final es la muerte, eh Que yo no tuve ese placer de conocerte Pero la abuela no he dejado de pensarte A cada rato ella maldice su suerte Te tiene presente a cada puto instante Y yo sé que ella se hace la fuerte Por sus ovarios tira pa'lante Pero sus ojos ya no me mienten Llamaría la muerte por tan solo verte Y no sabes todo lo que me duele Verla solita mirando la tele Sabiendo que no está su hombre Si la veo llorar, mi corazón se pudre Y yo pienso subir a la cumbre Pa' que nadie olvide su nombre Martina Corrales Muñana Mujer de mi vida, divina y sagrada Abuelita, tú no me estés triste O te juro que me voy al traste Ya sé muy bien to' lo que perdiste Y encima yo te salí un desastre Que no hay sastre que vista esta pena Ni amor más grande que el de mi abuela Yo te juro que no vi en la tierra Persona tan buena, tan pura, guerrera Cierro los ojos y yo puedo verle Si estoy solo, yo puedo sentirle Quién dijo que el final es la muerte Abuelita, tú no me estés triste Cierro los ojos y yo puedo verle Si estoy solo, yo puedo sentirle Quién dijo que el final es la muerte, eh Mi abuelita es una mujer de bandera Lleva mi abuelito colgadadito en su cadena Todos los días ella le enciende una vela Eso es amor de verdad y no vuestra mierda de temas Y sé que la familia ya no es lo que era Y no hay cosa que a la Yaya más le duela Pero hoy te juro por cada uno de mis muelas Que arrebato cualquier Dios que me quite de su vera No sabes la pena que me da ver A mi abuela pensando en el más allá Mientras enciende otra vela Dudando si de verdad este es su lugar Y que le jodan al dinero Tú me enseñaste el amor verdadero Te juro que no vi en el cielo Persona tan grande como lo es mi abuelo Abuelita, tú no me estés triste O te juro que me voy al traste Ya sé muy bien todo lo que perdiste Y encima yo te salí un desastre Que no hay sastre que vista esta pena Ni amor tan grande como el de abuela, eh