La historia, no recordará, a esos espectros, que andan solos con su alma, cabalgan, cabalgan, cabalgan en sus fantasías, persiguen lo deseable, y no se frenan con drogas inyectables. Mirando arriba, esperando a alguien bajar, sin dientes, como si la vida les quitara voracidad. El vientre tan hinchado de comer verdades. Avanzan, avanzan, avanzan sin popularidad, no necesitan trámites para acceder a la vida. El pueblo esta dispuesto a perdonar a un terrible asesino, pero siempre escupirán en la cara del que piensa distinto. Aunque cante a veces, tengo la impresión que la gente escucha las frases que acompañan su caída. Miro mi guitarra y la veo tan inútil. Me arranco la garganta y quiero gritar, un auto es más acariciado que un hombre extraño. Me arranco la garganta y quiero gritar, un auto es más acariciado que un hombre extraño.