Nació Rigoberta Menchú en el pueblo de Chimel con un destino ya escrito, yo me pregunto por quién. Sus manos finas de niña borda del güipil de flores, la harina, el trigo y la tierra les da formas y colores. La Menchú mueve montaña con su pequeña estatura, segura de sus razones de justicia y de ternura, ay, de ternura. La riña de mis hermanos es la de tantos millones despojados de sus tierras por fariseos ladrones. Cinco siglos de injusticia, nadie pierda la paciencia que hoy día voz su resuena al fondo de las conciencias.