(Tonada punteada) El viento negro nocturno, la neblina compañera, ochenta balas de plata, una mirada morena, teniendo a Dios por compañía ni el diablo le entra en carrera. Eloy, le grita la noche, revólver, puñal y manta, elige cualquier camino, no te acerquís la trampa. Mira que vienen cincuenta que andan buscándote el alma. Una estrella que se cruza le recuerda a la mujer, compañera igual que sombra como luz de amanecer que lo siguió por los cerros para calmarle la sed. Se le está yendo la noche, 'tá comenzando a aclarar. Hoy le sobran los recuerdos, balas no le faltarán. Su carabina se ríe como si fuera a llorar. Tanto aromar de violetas que no lo deja pensar. Tanto aromar de violetas, lo hunde en la oscuridad. Su carabina se ríe como si fuera a llorar. Ya pegadito a la tierra, Eloy se vino a quedar, como haciéndole cariño a la greda elemental que él conocía profundo de siglos de galopar.