Volvemos a empezar buscando seguros esta vez el rumbo exacto. Tiramos al azar los dados y ahora quién vendrá para juzgarnos. Sentimos como nuevo el aire, la noche nos espera a media calle, la luna coqueteando a Marte y ahora quién vendrá para quedarse. Es el mismo juego con el mismo nombre, es el mismo espejo que no responde, es la misma calle, la misma acera y volver a empezar la misma guerra. Después de caminar descalzos sin nada que contar y nadie en la mano te encuentro frente a frente en cambio y ahora qué vendrá para cambiarnos.