Aún me falta escribir lo mejor, aún no tengo mi taza de té, unas veces me vuelvo impaciente golpeo la pared. No me digas que no voy, que soy lento. A quién le toca empezar a quemarse, porque el miedo a quedar en callado es más que el de nadar. En lo que va del mediodía está la noche, mi corazón vive cien años siendo pobre. No deduzcas mal, no está en mí pedir piedad. Contaré el final voy por tí, y nunca estás. No me digas que no voy, que soy lento. A quién le toca empezar a quemarse, porque el miedo a quedar en callado es más que el de nadar, sin saber. En lo que va del mediodía está la noche, mi corazón vive cien años siendo pobre. En lo que va del mediodía está la noche, mi corazón vive cien años siendo pobre. No deduzcas mal, no está en mí pedir piedad. Contaré el final voy por tí, y nunca estás.