Olvidamos el mundo al amanecer Solo queda el amor Un suspiro, latido del compás Yo, deja te cuento las insignias de un hombre muy destrozado Principalmente responde que está bien si le han preguntado Encubre un mal absoluto y con eso esquiva y evade Dentro cuatrocientas voces pintan su aura a color jade Aparenta enojo en sus rasgos y expresiones Sin necesidad se disculpa ante algunas situaciones Ahí le contesta al trauma, y la cura no responde Ataques agudos de depresión bajo la piel se esconden Tan solo quiere ser amado, pues anteriormente Ya le han roto el alma, el corazón repetidas veces Y así bombea con grietas, yagas, cicatrices No deja de ser enorme y mirar todo con matices Se aísla, aún de familia rodeado Amigos, seres queridos, heridos y consternados Es muy bueno ocultando los daños sonriendo Lo ves a alta velocidad andando o conduciendo Tus ojos Espejo de mis ojos Espejo de mis ojos Espejo de mi ser (Oh) Tus ojos Espejo de mis ojos Espejo de mi suspiro, latido del compás Tus ojos Sin más preámbulos se pregunta porque las cosas son así Se pregunta, así mismo: ¿Es una maldición desde que nací? Pero no, no, pana, no tiene que preocuparse Tiene ahora solo que relajarse Suelte y deje ir, tome ventaja La paz no llega sola, se trabaja y allí cuaja Aligere el pesar a pesar de que sus navajas Le hayan cortado ilusiones en migajas y de baja Ya no será fácil entregarse así No, ya no quiere ni intentar siquiera Tus ojos Espejo de mis ojos Espejo de mis ojos Espejo de mi ser (Oh) Tus ojos Espejo de mis ojos Espejo de mi suspiro, latido del compás Tus ojos